Había quedado en el piso con la inmobilaria, y con el dueño, una tarde de la primera semana de septiembre, para devolver las llaves y finalizar el contrato de alquiler de Casanova 72.

Carlos observaba las luces de Albarracín, desde la otra orilla del Guadalaviar. Juan miraba las estrellas tumbado en un banco, mientras Silvana se peinaba a su lado. Lorena se miraba las manos, y yo la miraba a ella a través del objetivo de la cámara. En nuestras cabezas Suzzane Ciani y George Winston interpretaban la banda sonora. Era verano.

¿Cuantas horas hay que dormir para que el día sea nuevo y limpio? ¿Porqué no puedo levantarme peinado y maquillado como en cualquier película norteamericana? ¿Porqué resoplo y solo deseo seguir durmiendo y soñando?