Que te duela

Solo quiero que te duela lo mismo que me dolió a mí. Que no haya sueño en el que yo no aparezca, que no haya verano que te haga olvidar el frío. Que solo quieras dormir y la tristeza lo envuelva todo y no te deje soñar. Que no te quede nada, y que nada sea lo que tengas. Que no puedan salir las palabras de tu garganta y se clave en tu cuello la respuesta que no supiste dar.

Solo quiero que te duela tanto como me dolió a mí. Que no haya otros besos, otros abrazos, otras caricias que puedan derretir el hielo que congela tus venas. Que en los días de luz el sol ciegue tus ojos, que nadie te pueda mirar a la cara sin que mi nombre aparezca escrito en ellos. Que nada llene ese vacío, que cualquier intento sea una pérdida, que se te escape la alegría entre los dedos de las manos y no puedas tocarla nunca.

Solo te deseo un dolor que no te deje descansar, que nada te calme, que no haya píldora que te haga sanar las heridas. Que la oscuridad sea tu día, que no haya más futuro que el recuerdo del pasado que dejaste escapar. Que te encuentres mi fantasma en la espalda de los desconocidos, que oigas mi voz en los ecos de los callejones, que mi olor entre por la ventana, y al asomarte a buscarme, nunca sea yo el que te esté esperando fuera.

Solo te deseo eso.

Que tu vida sea mi ausencia.

Nada más.

Porque mientras te duela yo no habré desaparecido del todo.



Deja un mensaje

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.