(miércoles 16 de agosto – Bombay – Mumbai)

Aterrizando

Aeropuerto 1, aeropuerto 2, aeropuerto 3. Todos los aeropuertos son iguales, con la misma temperatura, el mismo color y el mismo ruido.

Antes de aterrizar una voz en los altavoces informa que en Mumbai hay el tiempo habitual en esta estación: 37º y fuertes lluvias.

Control de pasaportes, -¿tanta historia con el visado para esto?- y en el exterior ignoro los que me quieren ayudar y voy directo a los taxis prepago.

No llueve, conducción por la izquierda, llueve, espera, paramos, pregunta al conductor de un autorickshaw, no, no llueve, damos la vuelta en medio de la calle, sí, sí llueve, preguntamos al vendedor de helados del lado de la calzada, sigue lloviendo, para, media vuelta en medio de la calle, bocinazos, pregunta a uno que va en moto en chubasquero, no llueve, llama por teléfono varias veces al hostel, estamos en el barrio equivocado, para debajo de una carretera elevada, basura alrededor, habla algo que no entiendo y él no entiende lo que digo yo, hay humedad, llevo pantalón largo, camiseta y camisa, digo yes yes lo que digas, entiendo que pide más dinero para ir al barrio correcto, digo yes, sí, oui, same same, wherever lo que sea, medianoche, para de llover, sigue lloviendo, llegamos al hostel en un laberinto de calles en el que ya sé que no voy a visitar esta noche, llueve, para, hay charcos, salgo del coche, sigo sin entender lo que dice, me hago el loco y no pago nada más.

En el hostel, un montón de gente desorientada como yo. Este es el primer día, pinta bien.