India: Día #20

(lunes 4 de agosto – Udaipur)

Vídeos y fotos

¿Qué hacen los japones con las 300 horas de vídeo que graban en cualquiera de sus viajes? Siempre he tenido muchísima curiosidad por saber para que utilizan todo ese material.

¿Editarán el vídeo durante semanas o meses para crear un documental de tres o cuatro horas? ¿Pondrán títulos para indicar cada lugar, como en el telediario? ¿Harán capítulos? ¿Grabarán una voz en off con la explicación de todo el viaje como si fueras los comentarios del director de los extras de un DVD? ¿Usarán Microsoft Movie Maker o serán más de iMovie? ¿Una edición pirata de Adobe Premiere? ¿Aplicarán efectos horteras como se espera de todo japonés? ¿Estarán obligados los familiares y amigos a tragarse la proyección como estamos obligados los familiares y amigos a tragarnos lo vídeos de una boda?

Esta duda me vuelve a atacar, y no me deja dormir, cuando he visto otra de las curiosidades de la India: ¿Qué hacen con las fotos que nos sacan a los turistas cada día, ya sea en formato a ti sólo o en formato posando con ellos? ¿Las subirán al Facebook? ¿Las imprimirán y colgarán en casa como si fuera una foto con un actor famoso? ¿Las enseñarán a los amigos en las tardes en las que no tienen nada que hacer y en lugar de ir poniendo vídeos de Youtube por turnos, como hace toda sociedad evolucionada, se mostrarán su colección de fotos, como el que enseña cromos y dirán «yo tengo una con un tío pelirrojo» y «yo tengo una con un tío muy gordo y calvo»?

Hay teorías que incluyen palabras como masturbación en la explicación, pero yo quiero creer que son como los japoneses, que graban los vídeos porque alguien empezó a hacerlo y los demás quisieron hacer lo mismo y nunca se plantearon qué hacer después. Algún indio sacó una primera foto y la enseñó a sus amigos, y ahora todos quieren tener una foto igual.

Son como niños.

Contar historias

El día de hoy lo he vuelto a pasar con los chicos: Nacho, Marta, las dos Marías y Davide. El día está pesado, con mucha humedad, pero se soporta. Nos hemos dedicado a pasear por las calles no tan turísticas llegando de nuevo a la zona turística y subiendo a una colina en teleférico para ver la ciudad desde arriba. Seguimos estando en Marina d’Or, ciudad de vacaciones. Quizás dentro de unos años hayan un par de campos de golf y unas pistas de tenis.

Pasamos la última hora juntos en el Doctor Café, que nos recomendó ayer Dan, un inglés. Hemos descubierto tarde este lugar, tienen el lassi special, el de marihuana. Me pone un poco triste irme, hemos pasado tres días juntos, y me he sentido muy bien. Ha sido otro tipo de viaje, menos fotográfico, menos reflexivo, pero este lugar era perfecto para estar así: sentado en los cafés, comiendo en las azoteas, charlando, mirando al lago, contando historias.

Ya siento que se acaba el viaje. Me quedan unas pocas horas más en Udaipur y el resto del viaje será el regreso, un largo regreso de dos días.

Chicos, gracias por todo. Ahora me espera un bus.

(de nuevo fotos mierder)

 



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