Perdón

No puedo pedir perdón por el tamaño y la forma de mi cuerpo, por el desequilibrio de mis labios, por el color de mis ojos, por el tipo de cabello que adorna mi cara.

No puedo pedir perdón por las arrugas de mi frente, por no tener la edad que debería tener, por no haber crecido al tiempo que marcaba el calendario.

No puedo pedir perdón porque me sudan las manos cuando me pongo nervioso. No puedo pedir perdón por el sonido de mi respiración cuando estoy dormido. No puedo pedir perdón por el crujir de mis huesos cuando subo una escalera.

No puedo pedir perdón por las piedras que cargo y las cadenas que arrastro. No puedo pedir perdón por los recuerdos y la melancolía del pasado.

No puedo pedir perdón por ser como soy y no ser de otra manera.

Pido perdón por no haber amado el desequilibrio de tu cuerpo, las arrugas de tu frente, el sudor de tus manos, el crujir de tus huesos, las cadenas que arrastras.

Pido perdón por no aceptarte como eres y querer que seas de otra manera.



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