¿Por dónde andarán los chicos? ¿Aún siguen las chicas derritiendo con la sonrisa? Fuimos realidad por un breve espacio de tiempo, apenas una vida entera. ¿Dónde se esconderán los chicos? ¿Las chicas siguen siendo tan hermosas?

Tuve que dejar el piso de Casanova 72 cuando no había ni un solo centímetro de pared ni de suelo que no estuviera lleno de recuerdos. Quise cambiar los muebles de sitio, incluso comprar un sofá nuevo. Pensé en pintar las paredes de otro color, tirar todas las tazas y todos los platos. Pero el maquillaje no podía cubrir las arrugas y había que aceptar que aquel piso y aquel barrio habían llegado a su fin. Había que largarse y me largué.