Este texto es parte de un diario de 3 días.
Viernes 20 de marzo del 2015
7:00
Suena el despertador.
7:05
Vuelve a sonar. Me levanto. Siempre que tengo miedo a dormirme pongo varias alarmas. Hoy tengo que ir a Salou a grabar y no puedo llegar tarde. Voy en tren y sale a las 7:47. Número raro: 7-4-7. Suena a viaje en avión.
Es viernes, 20 de marzo. Marzo ha pasado como un suspiro. Ni lo he visto. He estado trabajando mucho: hojas de cálculo y documentos. Tengo ganas de unas vacaciones.
7:30
Estoy la cafetería de la Estació de França. Me encanta este lugar. Es grande, «majestuoso«. Está al lado de mi casa y me gusta pasar por delante de la puerta cerrada cuando ya han pasado las 12 de la noche. Con mi bici. Rápido. Por esa rampita con escalones que hay en la entrada. Al hacerlo me siento como un rebelde contra el sistema, un imprudente que va a atropellar a los que salen de la estación. Pero no sale nadie porque está cerrada. Una estación que cierra a las 12. Me gusta que se cierren la estaciones a medianoche.
7:48
De momento el tren no se mueve. Es el mismo tren que va a Tortosa. Me acuerdo del Pequeño Desastre.
Siempre que leo el nombre de Tortosa vuelvo a Canadá. Siempre.
7:49
El tren se mueve. En Barcelona ya es de día. Completamente.
8:09
«Era tan hermosa que quise vivir de nuevo, pero de un modo distinto, Vladimir Holan», leo en el en el poemario de Marwan.
«EVA»
A Maria TomasovaFue cuando el vino nuevo… El otoño
había tejido ya el mimbre en torno a las botellas,
y la serpiente, no encima de la piedra, sino debajo del brezo,
yacía sobre el vientre cubriéndose con su dorso.“La belleza destruye el amor, el amor la belleza “, me dijo
y del mismo modo que antaño se sacrificaba a las diosas de
aquí y allá
un número impar de víctimas,
ella pensaba entonces nada más en sí misma,
imaginando con indiferencia
la eternidad sin inmortalidad…Era tan hermosa que si alguien me hubiera preguntado
por dónde había ido con ella, no hubiera, sin duda, hablado
de paisajes
(a no ser que sintiera la impotencia de las palabras
y que sólo hiciera posible deletrear el silencio
la lluvia que cae en los presidios).
Era tan hermosa que quise
vivir de nuevo, pero de un modo distinto.
Era tan hermosa que en el fondo de mi delirante amor
me esperaba todavía íntegra toda la locura…
Vladimir Holan
8:21
Huele a viaje en tren, a aire marino, a perfume de mujer desconocida. Huele a que pronto empezará a llover y las gotas entrarán por las rendijas de los vagones.
9:20
Port Aventura. Me he adormilado. No se muy bien si he soñado o he reflexionado o simplemente he tenido un momento de calma.
Me he adormilado y estoy llegando.
9:26
Llegué a Salou. Jordi se ha dormido «un poco«. Quiero un café y un bocadillo. Veo una rubia de pelo largo a lo lejos. Tiene un culo del norte. Me gustan las rubias con culos del norte.
9:48
Me recoge Jordi. Ya he desayunado. Ahora empieza la música.
10:00
Empezamos con «Luna«. Buscamos la posición cómoda. Un problema: no me puedo mover mientras grabo. Algo imposible para mi: soy como el muñeco Elvis del anuncio. Pero lo voy a intentar. No moverme. No moverme. No moverme.
11:00
«Luna» ya está lista. He logrado no moverme demasiado, pero me muevo por dentro.
11:30
Ya hemos grabado «La Espera«. Afinación abierta, pero todo bien. Tenía miedo de las cuerdas que ya están viejas y podrían desafinar, pero suena bien. Ahora una pausa. Hay dos gatos, un perro y una pecera que hace ruido como de agua cayendo.
11:50
Seguimos con «La pared«. Aquí solo toco en el estribillo y la parte instrumental. A las 12:10 ya he terminado. Me duelen la muñeca y los dedos. Esta canción es muy dura de tocar. Cejilla en el 7o traste.
12:30
Paramos un momento. Jordi tiene que salir a buscar algo. Estamos en su casa. Ya hemos grabado «Trajes de diario«. Una toma con los arpegios y listo.
Mientras él vuelve yo tomo una cerveza. Me gusta beber a estas horas sabiendo que es horario laboral y debería estar ahora mismo en la librería. Me cuesta escribir porque tengo la muñeca rota. «Me tiembla el pulso«. Me gusta esa expresión.
Acabo de descubrir que en la pecera no hay peces.
Cuando estoy tocando cierro los ojos y muevo la cabeza como la mueven los perros de juguete en la parte trasera de los coches.
13:37
Pasa el tren y en la estación suenan timbres y bocinas. Hay que esperar.
«Volver» y «En el suelo» grabadas. Ahora pararemos a comer.
Me sigue temblando la mano al escribir. Solo me quedan 2 canciones más, pero son las más difíciles.
A comer.
15:11
Regresamos. Hemos comido un menú en un bar llamado banDarra. El bar tenía un logo con un muñeco de un anuncio que estuvo de moda en los 90, del SevenUp creo.
Nos quedan 2 más, a ver que pasa.
16:15
Ya hemos terminado. Fuera llueve, pero he terminado. «Diez minutos» y «Contradicciones«. Fin.
No había oído todavía «Contradicciones» con los arreglos y me ha sorprendido el aire Norah Jones. Hemos grabado una toma única, de nuevo. No sé como va a quedar, debe estar llena de errores, pero quizá es la gracia: que suene natural.
16:45
El tren a Barcelona debería salir ahora, pero va con retraso de 10 minutos. Como la canción.
Hace frío en la estación y llueve fuera del tejado. Esta mañana olía a lluvia y en la estación sigue oliendo a perfume de mujer desconocida.
Estoy contento. Ya está mi parte en 8 de las 12 canciones. Nos queda una sesión más y ya estarán nuestras guitarras. «Pequeños Desastres«, «Canadá» y «Mariposas» las tocaremos juntos Juanan y yo en la misma sesión. No sabemos hacerlo sin mirarnos. En «Lágrimas» toca solo Juanan.
Hay adolescentes en la estación que visten medio poligoneros, medio hiphop, medio corte de pelo de futbolista hortera. Todos, absolutamente TODOS, hablan del estilo «nen«: «¿Que pasa, nen?, ¿que pasa, pavo, loco, nen?, ¿sabes?«.
17:35
El tren se para en Tarragona. Sube mucha gente. De todas las edades, de todos los colores, de todos los estilos, de todos los idiomas.
Hay viento fuera y el mar está bravo, como un toro bravo y negro. El mar con su oleaje de espuma blanca y sucia cuando está bravo y el día es de tormenta, está negro. Y sucio.
Un par de anormales escuchan un chiste y «Bailando» de Enrique Iglesias en su teléfono y lo comparten con el resto del vagón. No quiero ver quién son esos anormales. Se ríen. Vuelve a poner a Enrique.
Un par de adolescentes con acné y vestidos de punkis se sientan enfrente mío. Llevan el pelo en cresta y de colores. Es como el corte de pelo de futbolista poligonero, pero sin rapar los laterales. Él lleva un pendiente que es un clip, con el aro de abrir las latas colgando, de lata de cerveza, supongo, no creo que sea de un Aquarius o de una Fanta Naranja.
18:36
Me aburro. Esto va con retraso y no llegamos nunca. Y me aburro. De todos los lugares por los que hemos pasado el más feo es Bellvitge. Hasta las petroquímicas de Tarragona son más interesantes. Edificios cuadrados y planos como piezas de dominó de las que al empujar una caen todas en cascada. Así de feos son esos edificios. Me sigo aburriendo.
Hay otra adolescente cerca, con acné y aparatos en los dientes, que es como una fruta verde, por madurar y en crecimiento. Dentro de unos años va a estar increíble. Ella aún no lo sabe, pero yo sí lo sé.
19:00
Llegué. Tarde. He quedado a las siete y media en el teatro Romea. No llego. Cambio la hora del encuentro. Corro.
19:26
Duchado.
19:33
Salgo de casa corriendo.
20:01
Llego tarde. Pero llego. Ha empezado a llover, he traído la lluvia en el tren. MR se ha alisado el pelo.
20:22
Acabamos las 2 cervezas y el pincho de tortilla. Me encanta la cafetería del teatro. Podría pasar la vida aquí dentro. Suena una alarma. Hay que entrar a la platea. Empieza la obra.
21:55
Final de la obra. Me he reído mucho. Mucho. Está escrita por Cesc Gay, moderna. Trata de una pareja con problemas de comunicación, cansada, que se reúnen con otra pareja de vecinos más moderna y abierta. De relaciones y crisis, como todo lo que hace Cesc Gay en cine.
MR ha quedado con sus amigas para celebrar un cumpleaños, así que la acompaño hasta el metro o el bus, lo primero que aparezca. Cruzamos por un lateral de la Boquería y decidimos comer algo rápido.
-Aquí, en este bar, antes había una charcutería -le digo-. La Casa Guinart. Aquí hice mi primer trabajo pagado como programador. Una aplicación para vender embutidos.
Vamos a la plaza de los payeses, pero el bar que buscamos está cerrado. Hay un mexicano a la vista. Entramos.
22:16
El méxicano. 2 fijitas. 2 tacos. 4 margaritas.
22:45
He golpeado la mesa con mis pies y casi tiro todo lo que había encima. Se han salvado las margaritas. Creo que voy borracho. La bebida es un granizado tan frío que al beber me duele la cabeza como a los niños cuando beben agua fría demasiado rápido y les duele la cabeza. Sí, creo que voy algo borracho.
MR quiere ver que estoy escribiendo todo el rato en mi libreta verde con sobres. Le leo hasta la parte que dice “como los niños cuando beben agua fría demasiado rápido y les duele la cabeza”. Sí, voy borracho.
23:30
Volvemos a las ramblas. MR busca un taxi, no lo encuentra y se va a Plaza Catalunya. Nos paran para ofrecernos ir a un bar que está en un segundo piso en la esquina con Portaferrisa. Nos hablan en inglés. Si MR no tuviera otros planes subiríamos a tomar orujo de hiervas o tequila. Pero no puede ser. Nos separamos y yo sigo por Portaferrisa hacia mi casa.
Me gusta la sombra que se dibuja en las paredes de mi silueta con paraguas.
Catedral. Un mercado callejero cerrado. Via Laietana. Mercat de Santa Catarina.
Me acabo de acordar que mañana vendrán William y Pablo, dormirán en casa y cenaremos en este mercado, el de Santa Catarina. Tengo que limpiar el piso antes de que lleguen.
Born. Picasso. Santa María del Mar. La estación de França. Mi casa.
23:50
En casa. Todo está muy desordenado. Se me han bajado un poco las margaritas. Me gusta la acción de sentarme en la ventana, fumar un cigarro de liar, con las luces apagadas, y mirar el terrado de los otros edificios. La torre AGBAR y el letrero blanco del HOTEL al que siempre se le apaga la O. H_TEL.
Ha sido un gran y largo día.
Sí, ha sido MUY largo.
0:25
Me fumé un cigarro. En la ventana. Sin luces. Miré los terrados. Estaba encendido el letrero H_TEL. Una luz parpadeante en la torre AGBAR.
Leo una entrevista a Stephen King en la Rolling Stone. Tuve una época muy Stephen King. Ahora ya no puedo leer nada de lo que escribe. Dejó de gustarme completamente. Me pasé a Javier Calvo, Agustín Fernandez Mayo y el Ray Loriga de antes de separarse de la Rosenvinge.
MR dijo que hoy hacía un año que nos habíamos conocido. No es cierto. Hoy hace un año y un día que nos conocimos. Lo recuerdo porque ese día también conocí a PD.
Facebook me informa que hay 16 nuevas visualizaciones en LoloPez. Puede que alguna de ellas hayas sido tú, buscando alguna historia nueva. Quizás tú también has recordado que hoy hace un año y un día.
Hora de acostarse.
Mañana tengo concierto.
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