India: Día #19

(domingo 3 de agosto – Udaipur)

Bond

En el palacio del lago Pichica (Pichica, sí) y en el palacio del Monzón de Udaipur, ciudad de vacaciones, se rodaron algunas escenas de «Octopussy«, una película de 1983, del James Bond de Roger Moore, en mi opinión, el más mujeriego de todos los Bond. Sin embargo mi escena favorita no es de esa película, sino de «El hombre de la pistola de oro«, de 1974.

James está en Bangkok e intenta acceder a Scaramanga, el malo de la película, y ya le ha hecho ojitos a una de sus novias, Andrea Anders, morena. Mientras espera noticias aprovecha para palomear a Mary Goodnight, otra espía como él, pero con caderas y cintura suecas y un pelo muy rubio. Ya está en la habitación del hotel, con ella en camisón. Ya tiene el vino en las manos. Ella ya tiene las ganas y dice «James, como eres», con voz de miel. Él sonríe. Llaman a la puerta. Es Anders. James pide a Goodnight que se esconda en el armario. Deja entrar a Anders. Quiere llegar a un acuerdo para traicionar a Scaramanga. Para sellar el trato echan un polvo. Cuando Anders se ha ido, James se acuerda de Goodnight, que sigue en el armario. La hace salir, ella sigue con su camisón y la botella de vino en la mano. Y él le dice: «Ahora tengo que irme, pero cuando regrese quiero el vino muy frio y lo demás muy caliente».

El James Bond de los 70 y de los 80. Ese Roger Moore con esos ojos de hambre. Me gusta imaginarlo fuera de escena, caminando por Udaipur y sonriendo a alguna asistenta, actriz de reparto, o simplemente otra extranjera perdida en el mismo lugar, y diciéndole exactamente la misma frase que Bond: «ahora tengo que ir a rodar, pero cuando regrese quiero el champán muy frío, y lo demás muy caliente».

City Palace

Ya que estoy terminando el viaje he ido, por fin, a visitar el interior de un City Palace, el de Marina d’Or, ciudad de vacaciones. Hasta ahora no había entrado en ninguno, porque en todos los lugares que he visitado hay mil templos, fuertes y palacios, y se le coge hasta cierta manía. El palacio pertenece a una dinastía de Maharajás, que eran como reyes antiguos, pero que ahora ya no pintan nada, son simplemente muy ricos y como mucho se van a cazar o de putas con nuestro ex-rey. El palacio es un montón de habitaciones, un montón de patios, un montón de pasillos, un montón de fotos y de cuadros de toda la familia, y representaciones de grandes hazañas como cruzar un río, o estar sentados bajo un árbol con amigos, un montón de adornos recargados, e historias sobre los caballos que tenían. El rollo con los caballos es un poco de tuning.

Lo que más me ha sorprendido de toda la visita es una foto de la mujer del heredero actual. En la foto que han elegido para enseñar en el museo, sale ella vestida con ropa de colores, y gafas de sol, en la muñeca lleva un reloj de agujas tipo explorador, con cronómetro y correa de cuero, y en la mano un smartphone.

En serio, ¿la mahajaraní tiene que salir en una foto oficial, que luego se imprime y se enmarca, y se cuelga en la galería de retratos del museo, con un teléfono en la mano? ¿no había una foto mejor? Si tienen tanto dinero, ¿no puede tener una asistenta que le coja las llamadas y le lea los SMS? ¿Tendrá la princesa un grupo de whatsapp con sus otras amigas princesas? ¿Tendrá una cuenta en gmail o bajo un dominio propio o bajo el dominio majaraha.org?

Esta India es mágica.

Maharaja

En el McDonald’s tienen una hamburguesa llamada Maharaja.

Esta India es mágica.
Bollywood

Sí, he ido al cine a ver el gran estreno de estos días: KIRK

La experiencia ha sido fascinante. Todo el público apoyaba al protagonista y enloquecían con los números musicales. La película dura dos horas y media, que es lo habitual, con una pausa de diez minutos a la mitad. Usan muchas frases en inglés, y a pesar de no comprender nada de hindi, más o menos se entiende la historia, que mezcla amor sin besos ni roces, acción, aventuras y un dramón en la parte final. Uno de los dos tíos protagonistas era igual que Stallone en Rocky y la chica como Catherine Zeta-Jones.

Esta India es mágica.

Jo Min Seok

Alguien me ha llamado al caminar por la calle y era Jo Min Seok, alias Joey el coreano, mi amigo el tren a Agra. Al llegar a Delhi se encontró con otro coreano y decidió pasar unos días más en la India. Debió verle el teléfono móvil y dijo, «este es coreano, voy a charlar con él».

Esta India es mágica.

Lujo

Estoy pasando mis días en Marina d’Or, ciudad de vacaciones, con cuatro estudiantes de Barcelona, y con un chico ítalo-mexicano. Lo mejor de la experiencia, aparte de estar riéndome mucho, es que vamos a comer y a cenar a lugares buenos, en los tejados de los hoteles con vistas al lago, sintiéndonos como alemanes jubilados. Se acabó el pasar hambre. Gracias Marina d’Or, ciudad de vacaciones.

Esta India es mágica.

Vacas

A las 11 de la noche en Marina d’Or, ciudad de vacaciones, todo está cerrado: los restaurantes, los cafés, los centro de yoga, los centros de ayurveda, los centros de meditación, los centro de meditación-yoga-musical-nueva-fusión con la foto de un tío con una especie de sitar y bigote. Las agencias de viajes también están cerradas y no hay ni coches, ni rickshaws. Lo único que hay por la calle, a parte de los turistas regresando a sus hoteles, son vacas y toros durmiendo. En todas partes. Porque no lo he mencionado antes, pero además de vacas hay toros, y búfalos y búfalas, y terneras. Y todos ellos, absolutamente todos, cagan y mean.

Esta India es mágica.

(hoy fotos mierder)



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