Martes 17 de marzo del 2020 – Día #4
Cuarto día
Son la 20:30 de la noche del martes cuando empiezo a escribir este diario. El viernes pasado se cerraron los colegios. Los niños y estudiantes se quedaron en casa y el resto -los no padres- continuamos con la vida normal de un viernes. El sábado se dijo que todos teníamos que quedarnos en casa y que se cerraban todos los comercios y espacios públicos que no fueran de primera necesidad. Las peluquerías podían abrir, decían. Fue el primer día cuarentena de la mayoría de la gente. El domingo se publicó el decreto en el que se obligaba a quedarse en casa. Ayer lunes dijeron que también tenían que cerrar las peluquerías. Y hoy martes, el cuarto día de cuarentana, por fin tengo un momento para sentarme a escribir.
Hasta ahora no he podido pensar ni un segundo en lo que está ocurriendo. He recibido miles de mensajes, chistes, vídeos, noticias, fotos y otro montón más de teorías absurdas, bulos, medias verdades y conspiranoias varias. La realidad es que mi vida no ha cambiado nada de momento, es un fin de semana de puente largo en el que me he quedado en casa descansando y trabajando sin vida social. En vida personal, la laboral la dejaremos de lado.
Una vez al año suelo irme a Teruel o a Galicia a pasar tiempo a solas. Salgo a pasear, como en los bares de otros pueblos, visito a mi familia. Leo, toco la guitarra, escribo, duermo en el sofá, miro hacia la nada. Reviso los emails, teletrabajo a ratos. Son mis vacaciones, un viaje hacia un espacio que no es físico, sino mental. Un descanso de mi mismo. Cambiar el contexto por unos días, sacar al personaje de la trama habitual y sumergirlo en un nuevo escenario y ver como se desenvuelve en él.
Hace cuatro días que tenemos que quedarnos todos en casa. Cuatro días que asustan por la enfermedad, por la economía, por la soledad en algunos casos y por la compañía forzada en otros. Todo está pasando ahí fuera, pero aquí dentro yo quiero ponerme el traje del solitario que se encierra en el pueblo.
Abro una cerveza, una de las dos que me quedan en la nevera, y doy por inaugurado el cambio de guión. Empieza mi cuarentena y voy a vivirlo como si fuera un viaje.
Una opinión: Vacaciones
Estoy convencido de que la mayoría de la gente se ha quedado en casa el primer día principalmente por no trabajar, no por el virus. Seamos sinceros.
Nunca quiero quedarme en casa. De hecho el sábado cometí delito y salí a despedirme del mar y me sentí una prófuga.