Ya hemos terminado el plato combinado de comida libanesa en el restaurante turco de Spreewalplatz, muy cerca de Skalitzer Straße. Estamos sentados fuera, en una de las mesas de madera, debajo del toldo que han abierto porque ha empezado a llover muy fuerte en apenas unos segundos, a pesar del sol que ha hecho todo el día. No importa la lluvia, nos vamos a casa caminando, que hace calor y nos gusta estas lluvias berlinesas que parecen un veranillo San Martín en pleno septiembre español.

“Voy a llevar el plato“, dice Andreas, y yo respondo “Ok, te espero aquí“. Andreas entra con los restos y yo me quedo de pie con las bolsas de la ropa vintage que hemos comprado en Checkpoint, en Mehringdamm Straße.

Miro a los alemanes que están sentado en la mesa de al lado y me fijo en la camiseta azul de uno ellos, que me da la espalda, en la que pone “SOM UN” y hay una lista numerada de cosas. Muevo la cabeza a un lado y al otro y vuelvo a pasar la vista sobre la camiseta para ver que el listado son números y nombres. “SOM UN Debe ser un festival de música que no conozco“, pienso. Otro giro de ojos y leo varios nombres al azar “1. Victor Valdés … 13. Pinto … 15. Keita” y pienso, “Debe ser un festival de música latina o DJs y cada día hay uno diferente“.

Sale Andreas, y paso una última mirada por la camiseta, ya convencido de que hay un festival que se llama SOM UN de música latina o brasileña y que dura un montón de días, y pienso, “Berlín, qué ciudad, aquí hay de todo“. Y justo antes de retirar la mirada y largarme del lugar leo el último nombre que está fuera de la lista. En la parte más baja de la camiseta está escrito el nombre “Pep Guardiola“.

Es una camiseta del FC Barcelona, con los jugadores. El «SOM UN» es «Somos uno» en catalán.

¿Cuándo empezó a tener el Barça jugadores con nombres de DJ o de cantantes de cumbia? Voy a tener que dejar de saltarme las páginas deportivas del diario y prestarle algo más de atención al equipo de mi ciudad.